Estigma y discriminación a la salud mental, la segunda lucha.

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Orientación Psicológica

Psicólogos especializados en trastornos del neurodesarrollo.

Más de la mitad de las personas con enfermedades mentales  no reciben ayuda para sus trastornos. A menudo, las personas evitan o retrasan la búsqueda de tratamiento debido a preocupaciones sobre ser tratadas de manera diferente o por temor a perder sus trabajos y sus medios de vida. Esto se debe a que el estigma, los prejuicios y la discriminación contra las personas con enfermedades mentales sigue siendo un gran problema.

El estigma, los prejuicios y la discriminación contra las personas con enfermedades mentales pueden ser sutiles o pueden ser obvios, pero no importa la magnitud, pueden provocar daños. Las personas con enfermedades mentales son marginadas y discriminadas de diversas formas, pero comprender cómo se ve y cómo abordarlas y erradicarlas puede ayudar.

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Los hechos sobre el estigma, los prejuicios y la discriminación

El estigma a menudo proviene de la falta de comprensión o el miedo. Las representaciones de las enfermedades mentales en los medios de comunicación inexactas o engañosas contribuyen a ambos factores. Una revisión de los estudios sobre el estigma muestra que, si bien el público puede aceptar la naturaleza médica o genética de un trastorno de salud mental y la necesidad de tratamiento, muchas personas todavía tienen una visión negativa de las personas con enfermedades mentales.

Los investigadores identifican diferentes tipos de estigma: (Vea el cuadro a continuación).

  • El estigma público implica las actitudes negativas o discriminatorias que otros tienen sobre las enfermedades mentales.
  • El autoestigma se refiere a las actitudes negativas, incluida la vergüenza internalizada, que las personas con enfermedades mentales tienen sobre su propia condición.
  • El estigma institucional es más sistémico e involucra políticas de organizaciones gubernamentales y privadas que, intencional o involuntariamente, limitan las oportunidades para las personas con enfermedades mentales. Los ejemplos incluyen una financiación más baja para la investigación de enfermedades mentales o menos servicios de salud mental en relación con otra atención médica.

El estigma no solo afecta directamente a las personas con enfermedades mentales, sino también a los seres queridos que las apoyan, a menudo incluidos sus familiares.

El estigma en torno a las enfermedades mentales es un problema especialmente en algunas comunidades raciales y étnicas diversas y puede ser una barrera importante para que las personas de esas culturas accedan a los servicios de salud mental. Por ejemplo, en algunas culturas asiáticas, buscar ayuda profesional para una enfermedad mental puede ir en contra de los valores culturales de familia fuerte, restricción emocional y evitar la vergüenza. Entre algunos grupos, incluida la comunidad afroamericana, la desconfianza en el sistema de salud mental también puede ser una barrera para buscar ayuda.

Las representaciones de las personas con enfermedades mentales en los medios de comunicación pueden influir en las percepciones y el estigma, y ​​a menudo han sido representaciones negativas, inexactas o violentas. Un estudio publicado en abril de 2020 analizó un ejemplo reciente, la popular película Joker (2019), que retrata al personaje principal como una persona con una enfermedad mental que se vuelve extremadamente violenta. El estudio encontró que ver la película «se asoció con niveles más altos de prejuicio hacia las personas con enfermedades mentales». Además, los autores sugieren que » Joker puede exacerbar el autoestigma de las personas con una enfermedad mental, lo que lleva a retrasos en la búsqueda de ayuda».

Efectos nocivos del estigma y la discriminación

El estigma y la discriminación pueden contribuir a empeorar los síntomas y reducir la probabilidad de recibir tratamiento. Una revisión reciente y extensa de la investigación encontró que el autoestigma conduce a efectos negativos en la recuperación entre las personas diagnosticadas con enfermedades mentales graves. Los efectos pueden incluir:

  • esperanza reducida
  • baja autoestima
  • aumento de los síntomas psiquiátricos
  • dificultades con las relaciones sociales
  • probabilidad reducida de permanecer con el tratamiento
  • más dificultades en el trabajo

Un estudio de 2017 que involucró a más de 200 personas con enfermedades mentales durante un período de dos años encontró que un mayor autoestigma se asoció con una peor recuperación de la enfermedad mental después de uno y dos años.

Un editorial de The Lancet señala que los impactos del estigma son omnipresentes y afectan el entusiasmo político, la recaudación de fondos caritativos y la disponibilidad, el apoyo a los servicios locales y la financiación insuficiente de la investigación para la salud mental en relación con otras condiciones de salud.

Algunos de los otros efectos dañinos del estigma pueden incluir:

  • Renuencia a buscar ayuda o tratamiento y menos probabilidades de quedarse con el tratamiento
  • Aislamiento social
  • Falta de comprensión por parte de familiares, amigos, compañeros de trabajo u otras personas.
  • Menos oportunidades de trabajo, escuela o actividades sociales o problemas para encontrar vivienda.
  • Bullying, violencia física o acoso
  • Seguro médico que no cubre adecuadamente su tratamiento de enfermedad mental
  • La creencia de que nunca tendrá éxito en ciertos desafíos o que no podrá mejorar su situación.

Abordar el estigma

Las investigaciones muestran que conocer o tener contacto con alguien con una enfermedad mental es una de las mejores formas de reducir el estigma. Las personas que se expresan y comparten sus historias pueden tener un impacto positivo. Cuando conocemos a alguien con una enfermedad mental, se vuelve menos aterrador y más real y fácil de identificar.

Una revisión de 2016 de la investigación sobre cómo abordar el estigma concluyó que los esfuerzos para reducir el estigma y la discriminación pueden funcionar a nivel personal y de la población. La evidencia más sólida fue para los esfuerzos contra el estigma que involucran el contacto con personas con experiencia vivida con enfermedades mentales y esfuerzos con un compromiso a largo plazo.

La Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales (NAMI) ofrece algunas sugerencias sobre lo que podemos hacer como individuos para ayudar a reducir el estigma de las enfermedades mentales:

  • Habla abiertamente sobre la salud mental, como compartir en las redes sociales.
  • Edúquese a sí mismo y a los demás : responda a las percepciones erróneas o los comentarios negativos compartiendo hechos y experiencias.
  • Sea consciente del lenguaje : recuérdele a la gente que las palabras importan.
  • Fomente la igualdad entre las enfermedades físicas y mentales: haga comparaciones de cómo tratarían a alguien con cáncer o diabetes.
  • Muestre compasión por aquellos con enfermedades mentales.
  • Sea honesto sobre el tratamiento : normalice el tratamiento de salud mental, al igual que cualquier otro tratamiento de atención médica.
  • Informe a los medios de comunicación cuando estén usando un lenguaje estigmatizador presentando historias de enfermedades mentales de una manera estigmatizante.
  • Elija el empoderamiento sobre la vergüenza: «Lucho contra el estigma al elegir vivir una vida empoderada. Para mí, eso significa ser dueño de mi vida y mi historia y negarme a permitir que otros dicten cómo me veo a mí mismo o cómo me siento». – Val Fletcher, respondiendo en Facebook a la pregunta ¿Cómo se combate el estigma?

Si bien el estigma y la discriminación todavía prevalecen en el lugar de trabajo, los empleadores están abordando cada vez más el estigma contra las enfermedades mentales. El Centro para la Salud Mental en el Lugar de Trabajo de la Fundación APA enfatiza la importancia tanto de los sólidos servicios de atención médica como de los esfuerzos específicos para romper el silencio que rodea el tema de las enfermedades mentales.

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