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Incontinencia urinaria en adultos

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Tipos de incontinencia urinaria, factores de riesgo y cómo tratarla.

Orientación Psicológica

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Psicólogos especializados en trastornos del neurodesarrollo.

La incontinencia urinaria en adultos es un problema frecuente que afecta a muchas personas. Esta condición hace que una persona orine cuando no tiene intención de hacerlo. Por lo general se debe a que se pierde o se debilita el control que se tiene sobre el esfínter urinario.

Si ocultas tu incontinencia, corres el riesgo de sufrir erupciones, llagas, infecciones cutáneas e infecciones urinarias. Además, puede que te encuentres evitando a amigos y familiares por miedo y vergüenza.

Aunque puedes comprar productos para la incontinencia urinaria incluso por Internet, gracias a farmacias online como Farmacia Santana, y por mucha vergüenza que sientas, es indispensable consultar con un médico cualquier pérdida de orina. Se puede tratar y puede llegar a tener cura.

Hoy queremos hablarte de la incontinencia urinaria en adultos, para ayudarte a conocer más este problema que afecta a una parte importante de la población. 

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Por qué se produce la incontinencia urinaria en adultos

Aunque la incontinencia urinaria es más frecuente entre las mujeres que entre los hombres, y entre las personas de mayor edad, también puede darse en personas más jóvenes, sobre todo en mujeres embarazadas o que han parido.

Hay muchos factores que pueden llevar a la incontinencia urinaria:

  • Problemas estructurales con la vejiga: como las condiciones congénitas (presentes en el nacimiento), como la extrofia de la vejiga o si los uréteres no conectan donde deben.
  • Como síntoma de otras afecciones: como la espina bífida, que provoca un problema con el suministro de nervios a la vejiga que dificulta reconocer la necesidad de orinar.
  • Vejiga hiperactiva: esta dolencia se caracteriza por notar que la vejiga indica la necesidad de orinar incluso cuando está solo parcialmente llena.
  • Infecciones del tracto urinario: también pueden aumentar la necesidad de orinar, pero además hacen que la micción sea más incómoda.
  • Estreñimiento: puede afectar la incontinencia urinaria, ya que el intestino se expande con las heces que pueden presionar en la vejiga, lo que conduce a la incontinencia.
  • Irritación por culpa de ciertas bebidas: como las que contienen cafeína o son ácidas como los zumos. Estos pueden hacer la orina más ácida, haciéndola incómoda.
  • Resistirse a usar el inodoro: no utilizar el baño por cualquier motivo (rechazo a los baños públicos, estar ocupado, etc.) puede desencadenar este problema.
  • Problemas con los músculos del suelo pélvico: ya que si estos se debilitan, ya sea por falta de ejercicio, por la edad o después del parto, pueden conducir a fugas.

En muchos casos, hay más de una causa de incontinencia urinaria, y aunque no se pueda llegar a determinar, esto no afecta el éxito del tratamiento.

Tipos de incontinencia urinaria en adultos

La incontinencia urinaria puede ir desde la pérdida de una pequeña cantidad de orina (por ejemplo, al toser o reír) hasta tener unas ganas muy fuertes de orinar que son difíciles de controlar. Sin embargo, además de la severidad de la incontinencia, hay que tener en cuenta otros factores como la duración de la evolución y si existe una situación que desencadena esta problemática.

De esta manera, la incontinencia en adultos se puede clasificar en 4 tipos principales.

  • Incontinencia de urgencia: se produce cuando se siente una necesidad repentina de ir al baño, pero puede que no dé tiempo a llegar antes de que se produzcan las pérdidas.
  • Incontinencia por rebosamiento: se produce cuando la vejiga nunca se vacía por completo, por lo que se va llenando gradualmente hasta que se producen pérdidas.
  • Incontinencia de esfuerzo: es el tipo más frecuente en adultos, cuando se producen pérdidas al estornudar, toser o hacer ejercicio.
  • Incontinencia mixta: se produce cuando en una misma persona se dan distintos tipos de incontinencia.

La incontinencia urinaria afecta a muchas personas de todas las edades. Aunque pueda parecer una parte normal de envejecer, es mejor consultar con los expertos.

Cómo valorar el grado de incontinencia que se padece

Para diagnosticar la gravedad de tu incontinencia urinaria, el médico hará una exploración física y preguntará sobre el estado de salud en general y en el pasado.

Preguntará qué se bebe y cuánto. Cuánto y con qué frecuencia se orina y se pierde orina. Resulta más fácil responder a las preguntas si se lleva un registro de estas cosas utilizando un diario de la vejiga durante 3 o 4 días antes de acudir al médico.

Según la gravedad, serán necesarias unas pruebas sencillas para buscar la causa del problema de control vesical. Si el médico cree que el problema puede tener más de una causa, pedirá más pruebas específicas.

Teniendo en cuenta la cantidad de orina que se pierde y cuánto tiempo se lleva padeciendo este problema, el doctor podrá diagnosticar la severidad de la incontinencia.

Factores de riesgo para sufrir la enfermedad

Cualquier persona puede llegar a sufrir incontinencia urinaria, pero es cierto que existen unos factores de riesgo que aumentan las probabilidades. Estos factores son:

  • Los hombres sufren incontinencia urinaria, pero afecta con más frecuencia a las mujeres. Esto se debe a que muchos de los problemas están relacionados con la anatomía femenina y los cambios que experimentan las mujeres a lo largo de la vida, como el parto y la menopausia.
  • Envejecer es inevitable, y puede ser otra causa de atrofia muscular o pérdida de fuerza en los músculos de soporte de la vejiga, incluido el suelo pélvico. Por tanto, la aparición de prolapso de vejiga aumenta con la edad.
  • El exceso de peso puede ejercer presión sobre la vejiga, aumentando la aparición de incontinencia de urgencia. También puede estirar los músculos que sostienen la vejiga, aumentando el riesgo de incontinencia de esfuerzo.

Cómo se puede tratar

Además de utilizar los medicamentos indicados por el médico para tratar la afección que sea la causa de la incontinencia, pueden utilizarse métodos de tratamiento adecuados en función de la edad, el sexo y el estado físico de las personas.

Así, las personas que pueden cuidarse a sí mismas pueden mejorar sus hábitos, dejando de fumar y alcohol o evitando el consumo excesivo de cafeína y líquidos. Perder peso y hacer ejercicio físico pueden ayudar a prevenir la incontinencia urinaria. Aparte de éstos, los ejercicios de Kegel se utilizan a menudo para las personas con incontinencia urinaria. Los ejercicios de Kegel son indoloros y ofrecen resultados positivos si se realizan correctamente.

Las personas con enfermedades similares al Alzheimer y las que necesitan cuidados pueden sentirse tímidas o avergonzadas por padecer incontinencia urinaria. Es muy importante proporcionar los cuidados adecuados a las personas mayores que sufren esta afección.

Los pañales pueden ser una solución tanto durante el día como en la noche. Estos pañales, fabricados especialmente para adultos, hacen que los pacientes estén más cómodos y facilitan el trabajo de los cuidadores.

Cómo afecta psicológicamente tener que llevar pañales de adultos

Sufrir pérdidas de orina puede venir acompañado de efectos psicológicos, como el estrés y la depresión, lo que puede hacer mella en la psique de los pacientes. Esto puede provocar sentimientos de baja autoestima, frustración, ira y enfermedades psiquiátricas, convirtiéndoles en alguien que se siente constantemente enfermo y destruyendo su voluntad de superar sus problemas de incontinencia.

Los pañales para adultos minimizan la ocurrencia de estos efectos psicológicos y han demostrado tener un impacto positivo en la vida cotidiana de los pacientes, dado que les permite volver a hacer vida social sin preocupaciones.

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En el caso de la Enuresis, el «Método de la Alarma» o «Pipí-Stop» es el tratamiento que ha demostrado más eficacia y además es el más utilizado. En la Encopresis, el mejor tratamiento es el médico-conductual.

Orientación Psicológica

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El tratamiento de los Trastornos de la Excreción -también denominados Trastornos de la Eliminación- requiere de un trabajo multidisciplinar, es decir, atañe a profesionales de la pediatría, gastroenterología, psicología, entre otros.

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Pipí-Stop: Tratamiento más eficaz para la Enuresis

En el caso de la Enuresis, el «Método de la Alarma» o «Pipí-Stop» es el tratamiento que ha demostrado más eficacia y además es el más utilizado.

Su eficacia se basa en el condicionamiento clásico, es decir, en la asociación entre el sonido de la alarma y la contracción del esfínter, para evitar así la micción. De esa forma, su objetivo principal es que el/la niño/a aprenda a responder al estímulo de plenitud vesical, es decir, de tener la vejiga llena, despertándose e inhibiendo la orina, evitando así que se dispare la micción.  

¿En qué consiste el Método de la Alarma?

Se trata de un aparato que se coloca en la cama o en la ropa interior y que consta de un sensor de humedad. Éste está conectado a una batería que activa un estímulo auditivo que se inicia por la pérdida de orina.

Procedimiento del Método de la Alarma

Antes de inicar el tratamiento, el/la niño/a debería poder disponer de una demostración de cómo funciona el aparato de alarma.

Cada noche, cuando ya esté acostado/a, hay que decirle que cuanto oiga sonar la alarma tiene que levantarse de la cama e ir al baño. También es útil animarlo a levantarse y dirigirse al baño él sólo, cada vez que se despierte de noche, aunque no sienta la urgencia de orinar. En el caso de que la alarma no despierte al niño/a, el adulto deberá dsepertarlo lo antes posible mientras la alarma contínua sonando. Después de que haya ido al baño, hay que desconectar el aparato, rehacer la cama y volver a conectar la alarma.

Normalmente, el sonido de la alarma inhibe el flujo de orina, incluso aunque el/la niño/a no llegue a despertarse. 

A continuación os damos las instrucciones específicas para aplicar el Método de la Alarma:

  1. No se recomienda la restricción de líquidos.
  2. Cuando suena la alarma, el/la niño/a la debe apagar e ir al baño.
  3. Después tiene que hacer la cama y reconectar el aparato.
  4. Es muy importante reforzar los logros conseguidos y evitar los castigos.
  5. Continuar con estos pasos mínimo hasta conseguir 14 noches consecutivas sin mojar la cama.
  6. Para evitar recaídas se utilizan dos métodos:
    • Sobreaprendizaje: cuando ya se ha conseguido 7 noches consecutivas sin mojar la cama haciendo una ingesta normal de líquidos, se trata de incrementar la cantidad de agua bebida justo antes de acostarse. Esta práctica se mantendrá hasta que se consigan otras 7 nochas consecutivas secas momento en el que se retirará la alarma y se suspenderá la ingestión extra de líquidos. Es el método que se ha demostrado más útil.
    • Retirada gradual de la alarma.

Eficacia del Método de la Alarma

En un estudio realizado por Berman y Abramson el año 1994 se demostró que el porcentaje de niños sin enuresis al final del tratamiento con la Alarma era del 62% y del 47% en el seguimiento.

Además, si se combinaba el método de la Alarma con otros procedimientos, los porcentajes de eficacia aumentaban hasta el 72% al final del tratamiento y el 56% en el seguimiento.

Intervenciones mixtas, médico-conductuales: Encopresis Tratamiento

La práctica habitual de abordar la Encopresis es mediante intervenciones mixtas, es decir, médico-conductuales.

Los métodos conductuales específicos tienen como objetivo prioritario enseñar, aumentar y mantener las conductas que intervienen en la continencia: discriminar las señales fisiológicas que preceden a la defecación, responder lo antes posible a estas señales, acudiendo al lugar indicado, el baño, y sentarse en el inodoro y relajar el esfínter para permitir la expulsión de las heces. Lo que se pretende es que el niño aprenda una rutina defecatoria que le permita funcionar con autonomía sin ensuciarse, para lo cual se enfatiza la necesidad de defecar a diario.

Las estrategias terapéuticas habituales para conseguir dichos objetivos son las siguientes

Reforzamiento Positivo

El reforzamiento positivo es el método conductual más utilizado. Con el fin de promover hábitos defecatorios regulares y saludables, se ha empleado para incrementar y mantener tres tipos de conducta:

  • Sentarse en el váter en momentos prefijados.
  • Defecar en el inodoro.
  • Permanecer limpio.

Técnicas de Castigo

Aunque se ha debatido mucho sobre la idoneidad de las técnicas de castigo para corregir la encopresis, se han utilizado algunas de las siguientes estrategias:

  • Higiene personal y limpieza de la ropa sucia.
  • Práctica positiva: consiste en practicar las respuestas correctas inmediatamente después de los errores. Por lo tanto, se trata de ir al baño repetidas veces.
  • Coste de respuesta: retirada de privilegios.
  • Tiempo fuera de reforzamiento: consiste en privar al niño/a de obtener reforzamiento.

Entrenamiento en el uso del baño o en hábitos de defecación

El entrenamiento en el uso del baño o en hábitos de defecación es un procedimiento multicomponente en el que intervienen el reforzamiento positivo, el control de estímulos, instigadores, desvanecimiento, manejo del ambiente, etc.

El objetivo central del entrenamiento es enseñar al niño a sentarse de forma regular en el inodoro después de cada comida principal unos 10-20 minutos.  

Biofeedback

Se utiliza en el caso de haber contracción paradójica del esfínter con el objetivo de aprender a relajarlo.

Entrenamiento en habilidades relacionadas

Hablamos, por ejemplo, de relajación muscular, conductas de higiene, expresiones verbales de excusa, etc., y diversas estrategias destinadas a disminuir las reacciones emocionales adversas.

 

Bibliografia

Pérez Álvarez, M et al. (2010). Guía de tratamientos psicológicos eficaces III. Infancia y adolescencia. Madrid: Pirámide.

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Con el presente artículo conoceremos un poco más los Trastornos de la Excreción. 

Prevalencia de la Enuresis

Es un trastorno que aparece en el 5-10% de los niños de 5 años. Su prevalencia va disminuyendo con la edad, situándonos en las cifras siguientes:

  • Niños de 10 años: 3 – 5%
  • Personas de 15 o más años: 1%

Es más frecuente que la Encopresis Infantil -1% en niños de 5 años- y es más probable que aparezca antes de los 9 años.

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Comorbilidad de la Enuresis

Lo más probable es que que vuestro hijo solo presente enuresis, lo que indica un buen pronóstico, pero también puede presentar otros trastornos comórbidos. ¿Eso quiere decir que es muy grave o no se curará nunca? ¡No! No olvidemos que, si nos ponemos en su piel, entendemos que no es cómodo notar que te orinas en la cama o encima de la ropa, cuando no quieres y donde no quieres, por lo que es normal que puedas presentar otras dificultades añadidas, otros problemas que te hacen sentir mal y que podemos solventar. Así, los trastornos comórbidos más frecuentes son la Encopresis Infantil, el Sonambulismo y los Terrores Nocturnos -véase «Qué son los terrores nocturnos» para indagar en este trastorno-.

Las infecciones de las vías urinarias son más frecuentes en los niños con enuresis, especialmente en el subtipo diurno. Además, puede haber asociados síntomas de conducta disruptiva, especialmente  en la enuresis diurna, donde el episodio se produce principalmente a primera hora de la tarde en los días de colegio.

Características diagnósticas de la Encopresis

La excreción de heces puede ser voluntaria o involuntaria. Cuando es involuntaria, a menudo se relaciona con el estreñimiento, la compactación fecal y la retención, con el siguiente desbordamiento. 

El estreñimiento puede desarrollarse por razones psicológicas, por ejemplo la ansiedad por intentar defecar en un lugar determinado, lo que lleva a evitar la defecación. Las predisposiciones fisiológicas al estreñimiento son el esfuerzo ineficaz y las dinámicas de defecación paradójica, con tendencia a forzar antes que a relajar el esfínter externo o el suelo pélvico durante el esfuerzo para defecar. Además, el estreñimiento también puede estar inducido por una deshidratación asociada a fiebre, hipotiroidismo o los efectos secundarios de algún fármaco.

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Hablamos de enuresis diurna cuando se lleva a cabo la emisión voluntaria o involuntaria de pipí durante el día. En cualquier momento del día su hijo o hija puede hacerse pipí encima (en términos psicológicos, lo denominamos enuresis). A continuación os explicaremos aquí los tipos de enuresis y que os ayudará a resolver algunas dudas.

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