La memoria: tipos y funciones
Orientación Psicológica
Psicólogos especializados en trastornos del neurodesarrollo.
Una de las funciones esenciales para la vida humana es la memoria, crucial para permitirle a cualquier individuo recuperar, codificar y retener información en todo momento. Es un factor fundamental para el desarrollo del lenguaje, el pensamiento y el comportamiento en entornos sociales, actuando en conjunto con los órganos sensoriales.
Sin la existencia de la memoria, la información obtenida por los órganos sensoriales no tendría valor, siendo percibida como un estímulo nuevo en cada ocasión. En ese caso, una persona no sabría cómo comportarse adecuadamente teniendo en cuenta la experiencia vivida.
¿Sientes que olvidas acontecimientos con mucha frecuencia? ¿Es difícil para ti recordar personas con claridad? Podrías estar sufriendo de algún trastorno capaz de afectar tu memoria, condicionando tu calidad de vida. Si deseas despejar dudas y obtener asesoría, contacta con nuestros psicólogos expertos y te ofreceremos el apoyo necesario.
¿Qué es la memoria?
La memoria es un proceso mental que le permite al individuo registrar y almacenar sucesos vividos e información, pudiendo evocarlas a través de los denominados “recuerdos”. Por medio de ella, es posible llevar a cabo el proceso de aprendizaje, el cual es fundamental para el desarrollo del ser humano y su interacción con quienes le rodean.
A diferencia de otros procesos cerebrales o mentales, la memoria no ocupa un espacio físico en el cerebro, encontrándose distribuida por diferentes regiones. Por ejemplo, es posible hallar en ciertas partes del córtex temporal recuerdos agradables de la infancia; por su parte, los automatismos pueden encontrarse en el cerebelo.
La capacidad de un individuo para evocar recuerdos se ve afectada por trastornos de la memoria y afecciones mentales, como la enfermedad de Alzheimer. Dependiendo de la afección, es posible olvidar con facilidad experiencias pasadas, rostros familiares e incluso su propia identidad.
Tipos de memoria
La memoria puede clasificarse de acuerdo con su alcance temporal y el contenido o información adquirida, las cuales son evocadas dependiendo de un contexto específico en su mayoría. Los diferentes tipos específicos de memoria son los mencionados a continuación:
Según sus parámetros temporales
La memoria es capaz de retener, registrar y evocar información durante todo el tiempo de vida de un ser humano, pudiendo ser clasificada de acuerdo con el tipo de registro temporal. Siguiendo esos parámetros, se dividen en memoria a corto y largo plazo.
Memoria a corto plazo
Se le conoce también como memoria inmediata o primaria, caracterizándose por ser limitada, produciéndose debido al análisis sensorial en regiones cerebrales específicas y su reproducción inmediata por periodos de tiempo cortos. La memoria a corto plazo se asocia a todo el material recordado inmediatamente después de ser adquirido por el individuo.
No se está limitada a un almacenamiento temporal y pasivo de información; se trata de un tipo de memoria activa clave para el desarrollo de tareas. Se encuentra restringida a la exposición de 7 ± 2 elementos por un tiempo aproximado de 30 segundos. Es fundamental para la retención de información, resolución de problemas y la comprensión del entorno.
Memoria a largo plazo
Comprende a todos los recuerdos de información después de haber transcurrido un periodo de tiempo dónde el individuo no se encuentra expuesto al estímulo que lo ha originado. Es llamada la memoria secundaria, la cual permite una conservación longeva de la información, gracias a un proceso de almacenamiento en diversas regiones anatómicas.
La memoria a largo plazo retiene la experiencia y el aprendizaje adquirido en una situación o por un estímulo en particular durante un gran periodo de tiempo. Factores como la importancia emocional de un suceso o la repetición se encuentran asociados a este tipo.
Según el contenido
La memoria puede clasificarse de acuerdo con las experiencias e información adquirida por el individuo, la cual será clave dependiendo del contexto. Teniendo en cuenta esos parámetros, pueden encontrarse las siguientes:
Memoria declarativa o explícita
Su contenido engloba todo el conocimiento adquirido acerca del entorno, como lo que son las personas, cosas, lugares específicos, entre otros. Se trata de un tipo de memoria accesible a la consciencia, es decir, es posible manifestarla de forma intencional, siendo dependiente de procesos cognitivos, incluyendo la evaluación o la comparación.
Es una memoria de adquisición rápida, requiriendo solo un único ensayo o estímulo para retener la información obtenida, caracterizándose por la libertad a la hora de evocarla.
Memoria no declarativa o implícita
Se encuentra asociada al conocimiento acerca de cómo se realizan acciones o actividades específicas, ya sea una recuperación consciente o inconsciente de la información. En ella los procesos cognitivos no son un factor dependiente, caracterizándose por su lenta adquisición después de múltiples ensayos.
Consolidación y recuperación de la memoria
La consolidación de la memoria permite que los recuerdos y la información puedan mantenerse un largo periodo de tiempo, adquiriendo resistencia al olvido. A pesar del desconocimiento de los sustratos biológicos involucrados en la consolidación, estudios han demostrado que el sistema límbico participa en el proceso.
La recuperación, también llamada ecforia, es el proceso por medio del cual las claves de recuperación son capaces de interactuar con un típico específico de información almacenada, activando su representación. Se cree que se efectúa debido a un mecanismo detonante encontrado en el córtex temporal anterior y prefrontal.
Si se produjese una alteración durante el proceso de recuperación, es posible originar un caso de amnesia de tipo retrógrado, evitando que el paciente pueda recordar sucesos previos al suceso.
Retención y olvido
La retención es la capacidad que posee el cerebro para recordar sucesos, información específica, ideas y estímulos experimentados o vividos con anterioridad. Una mayor retención permitirá mantener en el recuerdo más elementos, facilitando su evocación voluntaria e involuntaria.
El olvido corresponde a la acción involuntaria de cesar el almacenamiento de un recuerdo específico en la memoria, imposibilitando su evocación. El olvido de la información puede deberse a la explicación presentada en las siguientes teorías:
- Desvanecimiento de la huella de la memoria con el paso del tiempo: señala que los recuerdos pueden ser olvidados con el pasar de los años, siendo cada vez más difíciles de evocar.
- Olvido motivado o represión: inconscientemente, el ser humano tiende a olvidar recuerdos dolorosos como un mecanismo de defensa.
Teoría de la interferencia: se basa en los fenómenos de proacción y retroacción. La interferencia proactiva designa un efecto obstaculizador que ejerce un primer aprendizaje sobre la memorización de un segundo aprendizaje. Por su parte, la retroactiva asigna la sensación obstaculizadora que produce un segundo aprendizaje sobre el primero.
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