Características del autodesprecio y estrategias para reducirlo
Orientación Psicológica
Psicólogos especializados en trastornos del neurodesarrollo.
El odio hacia uno mismo es un fenómeno complejo y doloroso que afecta a un número significativo de personas y en consulta lo encontramos contínuamente. Aquellos que experimentan este sentimiento a menudo luchan contra una batalla interna que les impide aceptarse, valorarse y amarse a sí mismos, y lo peor de todo es que en muchas ocasiones no son conscientes de este maltrato hacia sí mismos. En este artículo, exploraremos algunas de las razones por las cuales algunas personas sienten odio hacia sí mismas y qué estrategias se pueden llevar a cabo para trabajarlas.
Causas del autodesprecio
Las causas del autodesprecio son múltiples, pero nos enfocaremos en 5 que continuamente aparecen en consulta:
- Experiencias traumáticas del pasado
- Comparaciones
- Autocrítica
- Expectativas no realistas y traicionadas
- Internalización de pensamientos negativos
Experiencias traumáticas del pasado
Una de las razones más comunes del odio hacia uno mismo son las experiencias traumáticas del pasado. El abuso emocional, físico o sexual, el bullying, la negligencia parental o cualquier forma de trauma pueden dejar cicatrices emocionales profundas que minan la autoestima y generan sentimientos de indignidad y autoaversión. Las personas que han experimentado trauma a menudo internalizan mensajes negativos sobre sí mismas, creyendo que son indignas de amor y respeto.
Estas situaciones traumáticas dejan una huella muy presente en la autoestima y el autoconcepto (cómo se definen a sí mismas), provocando en muchas ocasiones una desvalorización y autodesprecio.
Comparaciones
En la era de las redes sociales y la cultura de la perfección (y por lo tanto de la baja tolerancia a la frustración), es fácil caer en la trampa de las comparaciones excesivas y las expectativas irreales. Muchas personas se sienten inadecuadas al comparar sus vidas, apariencias o logros con los estándares poco realistas establecidos por los demás.
Existen dos tipos de comparaciones, las horizontales y verticales. En las horizontales, tenemos a compararnos con nuestros iguales, lo cual ayuda a acercar posturas (principalmente suelen ser ideológicas o experienciales). En el caso de las verticales, la tendencia es a compararse con aquél que tiene más, llevando fácilmente a una comparación donde el resultado propio sea negativo.
Autocrítica
La autocrítica es otro factor que contribuye al odio hacia uno mismo. Algunas personas tienen una voz que les recuerda constantemente sus defectos, errores y fracasos. Esta voz crítica puede ser tan poderosa que eclipsa cualquier sentimiento de autoaceptación, dejando a la persona atrapada en un ciclo interminable de autodesprecio.
Además, las personas con un perfil de autodesprecio interpretan las señales externas y los mensajes de los demás como variables que refuerzan su propio autodesprecio, sintiendo una mayor crítica a su manera de ser.
Expectativas no realistas y traiciones
Cuando las personas sienten que han traicionado sus propias expectativas o valores, pueden experimentar un profundo odio hacia sí mismas. Esto puede ocurrir cuando alguien se percibe a sí mismo como un fracaso o un farsante, incapaz de cumplir con las expectativas que ellos mismos han establecido. Esta sensación de decepción consigo mismo puede ser paralizante y generar un intenso odio interno.
A mayor diferencia entre el “yo real” del “yo ideal”, mayor será la expectativa no realista y por consiguiente mayor será el autodesprecio.
Internalización de mensajes negativos
A lo largo de la vida, las personas pueden internalizar mensajes negativos sobre sí mismas provenientes de diversas fuentes, como la familia, los amigos, los medios de comunicación y la sociedad en general. Estos mensajes pueden involucrar creencias negativas sobre el propio valor y dignidad, alimentando el odio hacia uno mismo y disminuyendo la autoestima y la confianza en sí mismo.
Esta internalización es lo que en terapia también definimos como introyectos.
Estrategias para reducir el autodesprecio
Aunque el odio hacia uno mismo puede ser abrumador, no es insuperable. Con el apoyo adecuado y el compromiso con la mejora de uno mismo, muchas personas pueden aprender a sanar y cultivar un sentido más profundo de amor propio y aceptación.
A continuación os compartiremos algunos caminos para trabajar el autodesprecio:
- Terapia individual o grupal
- Prácticas del autocuidado
- Practicar la autocompasión
- Desafiar las creencias limitantes
Terapia
La terapia individual o grupal puede ser una herramienta invaluable para explorar y abordar las causas subyacentes del odio hacia uno mismo, así como para desarrollar habilidades de afrontamiento saludables y construir una autoestima sólida.
Prácticas de autocuidado
Priorizar el autocuidado y dedicar tiempo a actividades que promuevan el bienestar emocional, físico y mental puede ayudar a contrarrestar los sentimientos de odio hacia uno mismo. Esto puede incluir ejercicio, meditación, pasatiempos creativos, tiempo al aire libre y conexión con otros, además de los ejercicios que desde la terapia el psicólogo/a pueda recomendarte.
Practicar la autocompasión
La autocompasión y el perdón hacia uno mismo/a puede ser fundamental para superar el odio interno. Aprender a tratarse con amabilidad y comprensión, como lo harías con una persona querida, puede ser transformador en el viaje hacia la autoaceptación.
Desafiar las creencias limitantes
De forma más “autodidacta”, poder cuestionar y desafiar las creencias negativas y autocríticas sobre uno mismo es esencial para cambiar el diálogo interno y fomentar una visión más equilibrada y compasiva de uno mismo.
Como dice una frase Nassim Taleb, “la persona a la que más temes contradecir es a ti mismo”.
Estrategias para reducir el autodesprecio
Reducir el autodesprecio es fundamental para cultivar una relación más saludable y amorosa con uno mismo. Aquí te ofrecemos algunos consejos prácticos que puedes implementar por tu cuenta para comenzar este proceso de cambio y que también le pueden servir a muchos terapeutas para poner en práctica en terapia.
- Identificar los disparadores del autodesprecio
Para abordar el autodesprecio, es importante entender qué situaciones o pensamientos desencadenan esos sentimientos negativos hacia uno mismo. Puedes utilizar un diario de registro de actividades junto con los pensamientos y emociones asociadas (en terapia se llama Registro Diario). Una vez que reconozcas estos disparadores, podrás trabajar para evitarlos o minimizar su impacto en tu bienestar emocional.
- Cultivar un buen diálogo interno
El autodesprecio puede alimentar un diálogo interno negativo. Para contrarrestar esto, te recomendamos hacer una lista de tus puntos fuertes, aquello que mejor se te dé así como aspectos positivos sobre ti mismo. Comienza con cosas simples que no necesariamente ames de ti mismo (cocinar, cuidar a una mascota…) y mantén esta lista a la vista y recurre a ella cuando necesites contrarrestar los pensamientos de autodesprecio.
- Desafiar pensamientos negativos
Cuando te encuentres atrapado en pensamientos de autodesprecio, tómate un momento para desafiarlos. Puedes añadir una coletilla al final de cada aseveración negativa como un: ¿seguro?. Por ejemplo, si piensas «me odio a mí mismo» porque crees que arruinaste una cita, cuestiona esa afirmación: arruiné una cita con una persona que quería… ¿seguro que fui yo quien la arruiné?. Desafiar tus pensamientos negativos puede ayudarte a cambiar tu perspectiva hacia una más realista y menos internalizada, abriendo la posibilidad a otras alternativas.
- Buscar ayuda profesional
Y ya para acabar, no pasa nada por acudir a consulta y trabajar esta manera de tratarse uno mismo. Nadie te ha enseñado cómo hablarte, incluso la mayoría ni siquiera somos conscientes en muchas ocasiones acerca de cómo nos hablamos (por ejemplo, el uso del sarcasmo o el cinismo es una forma de autodesprecio, pero nadie nos la ha enseñado).
Puedes hablar con alguien de confianza o buscar la orientación de un profesional de la salud mental.
Recuerda que el proceso de reducir el autodesprecio puede llevar tiempo y esfuerzo, pero con perseverancia y apoyo adecuado, es posible cultivar una relación más cálida y compasiva contigo mismo.
Recursos de Interés
Más información del autodesprecio aquí