Tratamientos para las adicciones
Orientación Psicológica
Psicólogos especializados en trastornos del neurodesarrollo.
Hoy hablaremos sobre la problemática de las adicciones a las drogas, una realidad que afecta a millones de personas. Solo en España, según el Instituto Nacional de Estadística encontramos entre las sustancias más consumidas el último año el alcohol (76,4%), el tabaco (39%), hipnosedantes (13.1%), cannabis (10.6%) y cocaína (2.4%). En este contexto, la intervención psicológica desempeña un papel crucial en el tratamiento de las adicciones, ya que aborda no solo los síntomas evidentes, sino también las causas y los patrones de consumo que mantienen la adicción. Para ello será necesario el tratamiento individual y, en muchos casos, la entrada en un centro de desintoxicación.
Tratamiento cognitivo conductual
Uno de los enfoques más utilizados en el tratamiento de adicciones es la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC). Esta abordaje se enfoca en identificar y modificar patrones de pensamiento y comportamiento disfuncionales asociados con el consumo de drogas. Los terapeutas trabajan con los individuos para que reconozcan y cambien pensamientos negativos que puedan estar contribuyendo a su adicción. Además, la TCC también se centra en el desarrollo de habilidades de afrontamiento y en la prevención de recaídas, ayudando a los pacientes a enfrentar situaciones desencadenantes de una manera más saludable. Se ha visto que el tratamiento cognitivo conductual es el tratamiento más eficaz y de elección en la adicción al alcohol.
Entrevista Motivacional
Otra técnica efectiva es la Entrevista Motivacional (TM), especialmente valiosa en las etapas iniciales del tratamiento. La Entrevista Motivacional se basa en el tratamiento motivacional y tiene por objetivo fortalecer la motivación interna del individuo para el cambio. Los terapeutas colaboran con los pacientes para explorar sus metas y valores, destacando las discrepancias entre su comportamiento actual y sus aspiraciones. Al hacerlo, se fomenta una mayor disposición hacia el cambio, incrementando las probabilidades de éxito en el tratamiento. Se utiliza especialmente en el consumo de alcohol y de marihuana (esta mismo junto con el entrenamiento en habilidades de afrontamiento y manejo de contingencias).
Terapia de Grupo
La Terapia de Grupo es otra estrategia psicológica que ha demostrado ser beneficiosa en el tratamiento de adicciones. La dinámica grupal ofrece un espacio seguro donde los individuos pueden compartir sus experiencias, desafíos y logros. La interacción con otros que están atravesando situaciones similares proporciona un sentido de comunidad y apoyo mutuo, reduciendo la sensación de aislamiento que a menudo acompaña a la adicción. El grupo funciona como un sistema, donde ellos se autorregulan. A pesar de ello, es importante que los terapeutas estén bien entrenados para gestionar cada una de las situaciones que aparecen en el grupo, especialmente en los casos de recaídas.
La terapia de grupo también se ha demostrado como un tratamiento de elección en los casos de alcoholismo y de consumo de cocaína.
Mindfulness
El Mindfulness, o atención plena, también ha emergido como una técnica valiosa en el tratamiento de las adicciones. A través de prácticas de meditación y atención consciente, los pacientes aprenden a enfrentar el estrés y la ansiedad sin recurrir al consumo de sustancias. El mindfulness les permite desarrollar una mayor conciencia de sus pensamientos y emociones, ayudándoles a lidiar de manera más efectiva con los desencadenantes de la adicción.
Importancia de la evaluación
Además de estas técnicas, es esencial destacar la importancia de un enfoque integral en el tratamiento de las adicciones. La evaluación psicológica y la identificación de posibles trastornos coexistentes, como la depresión o la ansiedad, son componentes clave para una intervención exitosa. El tratamiento personalizado, adaptado a las necesidades individuales, maximiza las posibilidades de recuperación a largo plazo.
No hay que olvidar que la aparición de una adicción está relacionada con la exposición a situaciones de estrés, abusos, traumas, falta de habilidades sociales, etc. Por ello, una evaluación completa permitiría entender la patología del afectado y trabajar mejor aquellos trastornos o síntomas comórbidos.