Características de la Paranoia y otras psicosis delirantes
Orientación Psicológica
Psicólogos especializados en trastornos del neurodesarrollo.
El trastorno delirante, conocido comúnmente como paranoia, es considerado un cuadro delirante crónico, el cual tiende a exigir un tiempo de diagnóstico de tres meses. Se caracteriza principalmente por el surgimiento de ideas delirantes sistematizadas sin la aparición de alucinaciones, modificaciones del lenguaje o los pensamientos del individuo.
La paranoia, a diferencia de otros trastornos, no altera la personalidad de quien lo padece; sin embargo, es capaz de generar patrones de desconfianza o recelos prolongados hacia las demás personas. De acuerdo con lo establecido por el psiquiatra Norman Cameron (1966), un paciente con trastorno delirante agrupará individuos y comenzará a considerarlos como perseguidores, atribuyendo motivos y estrategias conspirativas no reales.
Es un mal con mayor presencia en personas de tercera edad, abarcando un 4% de los individuos en centros de psiquiatría.
¿Crees sufrir de trastorno delirante o paranoia? ¿Conoces a alguien que pueda estar padeciéndolo? De ser así, no dudes en establecer contacto con nosotros y te proporcionaremos la ayuda necesaria según tu caso particular.
Aspectos clínicos del trastorno delirante
La paranoia cuenta con una serie de rasgos característicos que permiten identificar a quien padece el trastorno. En general, suelen apreciarse tres aspectos clínicos claves:
Desarrollo de una personalidad paranoica
Los individuos con trastorno delirante presentan una gran desconfianza hacia otros, demostrando distanciamiento de su círculo social íntimo. Suelen poseer poca tolerancia a ideas contrarias a las propias, destacando un bajo nivel de autocrítica cuando se le indican errores.
La poca autocrítica se ve acompañada de un alto egocentrismo, llevando al paciente a destacar virtudes propias o aciertos exageradamente. La negación es un método utilizado por los pacientes del trastorno, negando sufrir problemas y acusando a los demás de ser los culpables de complots no reales.
Delirio paranoico
Los delirios paranoicos se producen progresivamente, estableciéndose como un pensamiento lógico al originarse a partir de situaciones reales. Al aparentar una lógica irrefutable, los pacientes tienden a creer los argumentos elaborados con convicción. Suele presentarse normalmente en varones jóvenes y mujeres adultas de 50 años o más.
Se trata de un delirio sistematizado; las ideas de argumentaciones delirantes no son desorganizadas, están pensadas para encajar en un sistema delirante establecido. Las interpretaciones del paciente sirven de apoyo al sistema, el cual es capaz de extender hacia su entorno social.
Existen diversos tipos de delirios paranoicos, pudiendo encontrarse los siguientes:
- Delirio de persecución: quien lo padece creerá ser vigilado, sentirse hostigado constantemente o espiado.
- Delirio de reivindicación: en su búsqueda personal, el delirio llevará al paciente a procesos judiciales productos de sus continuas denuncias.
- Delirio hipocondríaco: los pacientes creen encontrarse gravemente enfermos o sufrir infestaciones en su cuerpo.
Es posible observar el trastorno paranoide compartido, el cual se caracteriza por afectar a otro individuo además del paciente principal. Se puede dividir en 3 grupos:
- Psicosis simultánea: afecta a dos individuos a la vez.
- Psicosis impuesta: afecta al paciente enfermo y después al individuo sano.
- Psicosis comunicada: es similar a la impuesta, prevaleciendo la psicosis incluso al apartar a ambos individuos.
Tensión precipitante del delirio
De acuerdo con el reconocido psicólogo McKinnon, es posible hallar dos tensiones precipitantes identificables. En la primera de ellas, el paciente asume la pérdida de objetos, ya sean imaginarios o no; en la segunda, pueden encontrarse situaciones capaces de obligar al individuo a soportar asaltos, reales o no, pasivamente.
Criterios Diagnósticos
Criterios diagnósticos según DSM5 para el diagnóstico del Trastorno Delirante:
A. Ideas delirantes no extrañas (p. ej., que implican situaciones que ocurren en la vida real, como ser seguido, envenenado, infectado, amado a distancia o engañado por el cónyuge o amante, o tener una enfermedad) de por lo menos 1 mes de duración.
B. Nunca se ha cumplido el Criterio A para la esquizofrenia.
Nota: En el trastorno delirante puede haber alucinaciones táctiles u olfatorias si están relacionadas con el tema delirante.
C. Excepto por el impacto directo de las ideas delirantes o sus ramificaciones, la actividad psicosocial no está deteriorada de forma significativa y el comportamiento no es raro ni extraño.
D. Si se han producido episodios afectivos simultáneamente a las ideas delirantes, su duración total ha sido breve en relación con la duración de los períodos delirantes.
E. La alteración no es debida a los efectos fisiológicos directos de alguna sustancia (p. ej., una droga o un medicamento) o a enfermedad médica.
Tipo (en base al tema delirante que predomine):
Tipo erotomaníaco: ideas delirantes de que otra persona, en general de un status superior, está enamorada del sujeto.
Tipo de grandiosidad: ideas delirantes de exagerado valor, poder, conocimientos, identidad, o relación especial con una divinidad o una persona famosa.
Tipo celotípico: ideas delirantes de que el compañero sexual es infiel.
Tipo persecutorio: ideas delirantes de que la persona (o alguien próximo a ella) está siendo perjudicada de alguna forma.
Tipo somático: ideas delirantes de que la persona tiene algún defecto físico o una enfermedad médica.
Tipo mixto: ideas delirantes características de más de uno de los tipos anteriores, pero sin predominio de ningún tema.
Tipo no especificado
Evolución y pronóstico de la paranoia
Los indicios de un trastorno delirante no suelen apreciarse antes de la adultez, siendo la personalidad previa o un suceso puntual el principal desencadenante. El desarrollo paranoide crónico no se observa con frecuencia, es posible identificarlo en individuos con carácter desconfiado y testarudo, cuyas incertidumbres son resueltas a través de sus propias deducciones delirantes.
Si los factores desencadenantes aparecen bruscamente, se originará un estado de “rompimiento o catástrofe”. Durante ese proceso, el individuo observará como su esquema y sistema delirante caen, enfrentándose violentamente al suceso; en ocasiones, toman la decisión de suicidarse ante ese hecho.
Diversas técnicas de psicoterapia y medicamentos reducen los efectos del trastorno y minimizan las consecuencias en la vida diaria. Generalmente, los factores de buen pronóstico en la mayoría de casos suelen ser los siguientes:
- Sexo femenino.
- Individuos casados.
- Aparición del trastorno antes de los 30 años de edad.
- Aparición Aguda.
- Presencia del trastorno no mayor a 6 meses antes de ser hospitalizado.
- Presencia de factores precipitantes.
Diagnóstico diferencial
Es posible apreciar diversas diferencias entre las reacciones paranoides y una esquizofrenia aguda paranoide, pudiendo destacar de la segunda lo siguiente:
- La esquizofrenia aguda paranoide no requiere un acontecimiento desencadenante.
- En el brote esquizofrénico paranoide, el delirio no es sistemático y presenta síntomas disociativos.
- El delirio esquizofrénico paranoide no presenta construcción lógica.
- La esquizofrenia aguda paranoide puede presentar una evolución irreversible; su diagnóstico suele ser desfavorable.
Entre el trastorno delirante y la esquizofrenia, puede apreciarse los siguientes aspectos diferenciales:
- La esquizofrenia puede aparecer en jóvenes y adultos (20-30 años).
- La evolución de la esquizofrenia es a través de procesos y no un desarrollo progresivo.
- La esquizofrenia presenta delirios mal sistematizados sin propagación social, poco comprensibles desde el aspecto lógico.
- La esquizofrenia se produce con mayor frecuencia.
Entrevista del psiquiatra con el paciente paranoico
No es común hallar pacientes dispuestos a colaborar con los especialistas médicos. En general, los individuos demuestran un comportamiento retraído como respuesta (apartamiento negativo) o asegurará no desear la intervención del profesional, al no requerirla (obstruccionismo activo).
Los pacientes no aceptan encontrarse enfermos; si el entrevistador impone la condición muy pronto, se apreciará una reacción violenta o negativa como defensa.
Otras psicosis delirantes crónicas
Entre el grupo de psicosis delirantes crónicas, es posible hallar dos trastornos particulares capaces de afectar a los individuos mayores de 30 años:
Psicosis alucinatoria crónica
Es un cuadro clínico en el cual puede identificarse un automatismo mental, acompañado de alucinaciones y delirios auditivos o cenestésicos de carácter constante. Los pacientes son capaces de escuchar ruidos extraños y voces con tonos amenazantes o negativos. Quienes la padecen aseguran utilizar recursos paracientíficos, como la telepatía.
Parafrenias
Es común en individuos cuyos padres poseen antecedentes psicopatológicos, caracterizándose por la falta de sistematización y la presencia de múltiples temores cambiantes. Los pacientes parecen encontrarse en situaciones mágicas y paralógicas, abarcando temas como la metamorfosis o la filiación.
Suele verse amplificada por las megalomanías dementes, contando además con una base imaginativa ambulatoria, diferenciándose de la psicosis alucinatoria crónica.
Si conoces a alguien que pueda estar padeciendo de trastorno delirante, debes proporcionarle la ayuda adecuada, siendo solo posible con el apoyo de psicólogos expertos. Por ello, te invitamos a comunicarte con nosotros y así podremos darte toda la ayuda que necesites.