Principales tipos de trastornos depresivos
Orientación Psicológica
Psicólogos especializados en trastornos del neurodesarrollo.
Los trastornos depresivos, o depresiones, se caracterizan por la presencia de síntomas como sentimientos de gran tristeza, acompañado por culpa, pensamientos suicidas, entre otros, por un tiempo inusualmente prolongado. El trastorno puede originar problemas graves en la vida diaria, siendo una afección capaz de interferir en aspectos sociales, laboral y originar intentos de suicidio.
Existen múltiples tipos de depresiones distintas, las cuales pueden ocasionar el padecimiento de diferentes síntomas de acuerdo con la variante sufrida por el paciente. Por ello, no todos los individuos con depresión presentan la misma sintomatología, siendo una tarea del especialista médico determinar el trastorno en concreto.
Si crees sufrir de depresión o conoces a alguien padeciendo del trastorno, debes buscar apoyo médico especializado para recibir tratamiento lo antes posible. Nosotros te ofrecemos el mejor asesoramiento y terapia psicológica, solo tienes que contactar con nuestros expertos y te ayudaremos a mejorar tu calidad de vida.
Clasificación de las depresiones
Las depresiones se pueden clasificar tomando en cuenta las causas de su padecimiento o sus características principales. Diversos expertos en el área de la psicología han desarrollado categorías para los principales trastornos depresivos, encontrándose los siguientes:
- Depresiones endógenas y exógenas (Julius Möbius): las variantes de tipo endógeno son causadas por factores biológicos, siendo influyentes la herencia genética o la personalidad. En las exógenas, los factores externos propician el desarrollo de la enfermedad, como el desempleo o el fallecimiento de un ser querido.
- Depresión psicótica-neurótica (Buzzard): las depresiones psicóticas presentan síntomas de depresión y psicosis (pérdida de la noción de la realidad). Por su parte, la variante neurótica se caracteriza por síntomas como dificultad para tomar decisiones, desencanto por la vida, desesperanza e incluso discapacidad.
- Depresión fisiológica-psicológica (Ernesto Pollitt): las depresiones fisiológicas se producen por factores físicos y químicos; la psicológica debido a factores mentales.
- Depresión endógena-neurótica (Roth): las depresiones endógenas tienden a ser mucho más severas, presentando síntomas de mayor gravedad. La variante neurótica, a pesar de poseer señales débiles, suele ser crónica.
Depresiones primarias y secundarias (Robins): las depresiones primarias afectan a individuos que no han presentado ningún trastorno psiquiátrico con anterioridad. En la variante secundaria, si existen antecedentes de trastornos psiquiátricos.
Trastorno depresivo mayor
Es el tipo de trastorno depresivo más común y conocido, el cual ocasiona el padecimiento de síntomas depresivos graves por un periodo de entre dos semanas a múltiples meses. Es conocida también como depresión endógena, siendo capaz de ocasionar problemas para efectuar actividades cotidianas e influir notoriamente en el ámbito social y laboral.
La depresión endógena no presenta rasgos neuróticos en la personalidad; existe una vulnerabilidad genética que propicia el padecimiento del trastorno depresivo. Es el tipo de mayor riesgo y daño, contando con una muy elevada tasa de suicidio. Se suele identificar por los siguientes síntomas:
- Sentimientos de tristeza y desesperanza, normalmente acompañados por llanto.
- Falta de interés por completar tareas cotidianas.
- Alteraciones del sueño.
- Ausencia de energía.
- Ausencia de apetito.
- Pensamientos acerca de la muerte.
- Intentos de suicidio.
- Ansiedad e inquietud.
- Momentos de gran irritabilidad y enojo.
Depresión involutiva
Es un tipo de trastorno depresivo caracterizado por una depresión grave, la cual se presenta inicialmente como ansiedad progresiva, ideas hipocondriacas, de culpa y un elevado riesgo de cometer suicidio. Afecta normalmente a pacientes de entre 45 y 60 años de edad, considerada una depresión endógena unipolar.
La depresión involutiva puede presentarse en un marco clínico donde la tristeza sea leve o no se manifieste, aunque solo se produce en el 10% de los casos. Entre los síntomas presentes pueden encontrarse los siguientes:
- Sentimientos de tristeza, indiferencia, irritabilidad (depresiones neuróticas), apatía y ansiedad.
- Desesperanza.
- Melancolía.
- Pérdida de la autoestima.
- Culpabilidad.
- Dificultad para concentrarse.
- Aislamiento.
- Intentos de suicidio.
- Anorexia.
- Insomnio o hipersomnia.
- Trastornos digestivos.
Depresiones somatógenas
Las depresiones somatógenas constituyen un grupo de disforias secundarias, siendo asociado a diversos trastornos orgánicos (craneoencefálicos), enfermedades (como el cáncer) o la ingesta de ciertos medicamentos. Al padecer de la afección, un individuo puede experimentar los siguientes síntomas:
- Disfunción sexual.
- Apatía.
- Sentimientos de culpa.
- Pensamientos suicidas.
- Debilidad.
Depresiones crónicas
Las depresiones crónicas (también llamadas distimia) se caracterizan por originar un estado de ánimo depresivo por un largo periodo de tiempo, cerca de 2 años o más en el 12% de los casos. Además de ello, los pacientes pueden experimentar 2 síntomas adicionales asociados al trastorno depresivo; entre algunos de los principales se encuentran:
- Sentimientos de tristeza profunda.
- Ausencia de energía.
- Baja autoestima.
- Insomnio.
- Irritabilidad.
- Desesperanza y culpa.
- Déficit de concentración.
Los principales factores que ocasionan un estado crónico del trastorno son diversos, encontrándose entre ellos los desajustes nutricionales o sociales. También puede deberse al padecimiento de múltiples episodios previos, trastornos físicos y la ausencia de tratamiento.
Depresiones atípicas
Es un tipo de depresión diferenciado por el desarrollo de un estado anímico depresivo, el cual puede mejorar si el paciente experimenta sucesos positivos o situaciones favorables. En el contexto de las depresiones, suele prevalecer en un 30% de los casos, siendo muy dependiente de los cambios de humor y acompañado de otros síntomas como:
- Aumento de peso.
- Aumento del apetito.
- Hipersomnia.
- Vulnerabilidad al rechazo, afectando el ámbito social.
- Parálisis plúmbea de brazos y piernas.
- En casos de mayor gravedad, deseos de suicidarse.
Trastorno afectivo estacional
Es un trastorno depresivo caracterizado por una alternancia regular de depresiones dependientes de las estaciones del año, ocasionando estados depresivos en invierno e hipomaníacos en los meses de primavera y verano. La gravedad del estado depresivo suele ser moderada, con ausencia de factores desencadenantes; además de ello, presenta otros síntomas:
- Fatiga.
- Ingesta excesiva de carbohidratos.
- Cefaleas (dolores de cabeza prolongados).
- Trastornos del sueño.
Al diagnosticarse un trastorno afectivo estacional, el padecimiento de los síntomas no puede atribuirse a ningún suceso durante el tiempo en el que se desarrollaron. Suele afectar en mayor medida a pacientes nacidos en los países nórdicos, presentando una prevalencia aún desconocida, aunque se estima entre el 0 y 9,7% de casos.
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