En el proceso de divorcio, es importante contar con un buen soporte profesional.

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Orientación Psicológica

Psicólogos especializados en trastornos del neurodesarrollo.

En el momento de tomar la decisión de divorciarse, es importante tener un buen soporte profesional  conocer en profundidad todos los aspectos importantes y a tener en cuenta antes de solicitar el divorcio, es decir, la disolución del matrimonio.

El soporte profesional se basa, por un lado, en un asesoramiento legal con un abogado de divorcio especialista en Derecho de Familia y, por otro lado, en muchos de los casos es importante contar con profesionales de la psicología que puedan orientarte y ayudarte con tener una adecuada gestión emocional de los conflictos y sentimientos que puedan surgir durante todo el proceso de divorcio.

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Soporte legal ante un divorcio

Trámites

Actualmente, y tras la reforma de la ley en 2005, se puede solicitar el divorcio de una manera más ágil y sencilla. En primer lugar, y lo más importante, es que ya no es necesario alegar causa alguna para tramitar un divorcio, ni tampoco es obligatorio tramitar la separación previa, como venía exigido anteriormente. En este sentido, tan sólo es necesario con que uno de los miembros de la pareja quiera divorciarse para iniciar los trámites para el divorcio. El único requisito es que los cónyuges lleven al menos 3 meses casados, a excepción de aquellos casos en que se acredite la existencia de un riesgo para la vida, la integridad física, la libertad, la integridad moral o libertad e indemnidad sexual del cónyuge demandante, de los hijos de ambos o de cualquiera de los miembros del matrimonio.

Tipos de divorcio

  • Divorcio de mutuo acuerdo o divorcio express: El divorcio de mutuo acuerdo se produce cuando ambas partes están decididas en romper su vínculo matrimonial, coincidiendo además en las medidas a tomar.
  • Divorcio contencioso: Por el contrario, el divorcio contencioso tiene lugar cuando una de las partes tiene interés en romper el vínculo matrimonial y la otra parte no está de acuerdo, o ambos quieren divorciarse pero no logran un acuerdo en las medidas a adoptar tras su separación.

¿Qué hacer cuando hay hijos/as?

El divorcio implica reflexionar sobre cómo llevar a cabo la guarda y custodia de los hijos comunes, tanto si la custodia será individual, o guarda y custodia compartida.

Además de la custodia, en la propuesta de convenio se deberán tener en cuenta cuestiones como la pensión de alimentos correspondiente, la pensión compensatoria, el régimen de visitas y otras decisiones que forman parte de las responsabilidades parentales, como la atención y educación de los hijos.

Soporte psicológico ante un divorcio

El divorcio es una situación difícil y dolorosa por la pareja, fruto de la ruptura de un proyecto creado y establecido con ilusión, y aún más lo es para los hijos, los cuales son considerados las mayores víctimas de un proceso de separación, ya que su mundo y su hogar, se desmonta sin ellos haberlo querido.

Estudios demuestran que los hijos que viven procesos de divorcio de sus padres desarrollan problemas emocionales y conductuales, como por ejemplo, sentimientos relacionados como la tristeza, el miedo, el enfado, la culpa, la soledad, problemas del sueño y de la alimentación, fantasías de reunificación, hiperresponsabilidad así como problemas escolares, sociales y físicos. Aun así, existe esperanza y recae en considerar y tener en cuenta que la manera de gestionar la situación por parte de los adultos marcará la vivencia de los menores.

Como profesionales de la psicología, sugerimos y recomendamos a las personas que nos consultan, las siguientes indicaciones:

  • Evitar el conflicto: es importante evitar el conflicto delante de los hijos, o al menos, disminuir al máximo posible la carga que suponga.
  • Trato cordial: si no es posible una buena relación con la ex-pareja, es muy relevante no hacer partícipe a los menores del conflicto matrimonial, manteniendo el respeto y la dignidad y evitando malmeter o interferir en la relación con el otro progenitor.
  • Buena comunicación con los hijos: mantener informado al niño/a o adolescente de lo que está sucediendo es recomendable, para que comprenda el proceso que está viviendo y evitar así que fantasee con posibles auto-culpabilización y que se responsabilice del divorcio. Todo ello, ajustando la información a la edad del hijo/a.

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