Fases del duelo y la importancia de la ayuda psicológica.
Orientación Psicológica
Psicólogos especializados en trastornos del neurodesarrollo.
Tarde o temprano, a lo largo de una vida, las personas deben enfrentarse a la muerte de un ser querido. Cuando esto ocurre, se entra en un periodo denominado duelo en el que se lleva a cabo un proceso de aceptación de la pérdida que, en algunos casos, puede llegar a ser doloroso y traumático.
Para superar esta situación de pérdida y evitar ahondar en exceso en el sufrimiento, suavizando la dureza en el tiempo de duelo, es aconsejable contratar una póliza de decesos que ofrezca apoyo psicológico. Con la ayuda de un psicólogo especializado se va a recuperar el equilibrio emocional necesario para poder volver a desarrollar el modo de vida habitual.
El trabajo de este especialista será acompañar y dirigir al doliente durante las fases de duelo. El objetivo de su trabajo es el de suavizar algunos de los elementos de impacto emocional a los que se quedará expuesto, logrando que el paciente gestione de una forma saludable sus pensamientos y emociones.
Etapas del duelo
Cada persona tiene una forma particular de superar esta situación de dolor y desconcierto, necesitará su propio proceso de asimilación de la pérdida. Sin embargo, como norma general, los siguientes patrones de comportamiento se repiten en la mayoría de los casos.
1. Fase de negación
La primera reacción suele ser la de negarse la realidad del hecho en el momento de la pérdida. Ocurre lo que se conoce como anestesia emocional, que no es más que un bloqueo mental, de rechazo a lo ocurrido.
2. Fase de rabia
El segundo paso al que hay que enfrentarse es a un estado de enfado con uno mismo por no haber podido evitar la muerte. Se buscan razones y responsabilidades por lo que ha sucedido.
3. Fase de negociación
Comienza ahora un periodo de charla íntima y personal en el que se van entendiendo los pros y contras de lo acaecido. Es el primer paso de aceptación de que la persona que ha fallecido no volverá.
4. Fase de depresión
La inevitabilidad de la muerte se hace presente, se entra de lleno en la tristeza y, algunos casos, puede desencadenar en depresión. Afortunadamente, son momentos que irán pasando con el transcurrir de los días. Comienza el proceso de recuperación.
5. Fase de aceptación
Se asume por completo la muerte del ser querido, se cambia la perspectiva y se acepta el hecho de que hay que seguir viviendo sin la compañía del fallecido.
La necesidad de la ayuda psicológica
Con la ayuda de un terapeuta se obtendrán los recursos necesarios para conocer y aceptar la situación. Así mismo, se entenderá el proceso que se está llevando a cabo en el interior de la persona y, por tanto, qué se puede hacer al respecto.
Aunque siempre es aconsejable contar con este apoyo profesional, se hace especialmente importante acudir cuando algunos de los síntomas o fases del duelo son persistentes, como la tristeza o la ira, e incluso la apatía y el desinterés. Cualquier sentimiento que impida, durante demasiado tiempo, volver a llevar una vida normal, deberá tratarse con este tipo de profesionales para que, con un trabajo común, se consiga volver a la normalidad cuanto antes.